Las órdenes ejecutivas de los Estados Unidos son crueles, ilegales y desacertadas

Tres órdenes ejecutivas emitidas esta semana por el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tienen consecuencias significativas y terribles sobre la detención de niños, niñas y adolescentes migrantes y refugiados en toda la región.

 

Las órdenes aumentan el uso de la detención en general; llaman a ampliar la construcción de centros de detención en la frontera sur de los Estados Unidos con México; y mandatan la detención automática y obligatoria de los niños, niñas y adolescentes solicitantes de asilo durante todo el transcurso de los procedimientos de asilo pendientes. Estas acciones no sólo son contrarias a las normas de derecho internacional que ya están bien establecidas, sino que además son inhumanas y contrarias a los valores que compartimos en la protección de los niños, niñas y adolescentes.

 

“Lo que estamos presenciando es un enfoque desacertado y desproporcionado en la aplicación de la ley, una obsesión por parecer rudo, y está mayormente perjudicando a niños, niñas, adolescentes y sus familias”, declaró la Coordinadora de la Campaña Global ¡Alto a la Detención de Niñ@s Migrantes!, Leeanne Torpey.

Además, las promesas de la Administración actual de: construir un muro en la frontera sur de los Estados Unidos, publicar una lista semanal sobre “los actos criminales cometidos por extranjeros” en Ciudades Santuario, redoblar la aplicación de la ley de inmigración y las deportaciones, incluyendo una prohibición temporal de la entrada a personas provenientes de 7 países de mayoría musulmana en un esfuerzo por «mantener a los terroristas islámicos radicales fuera de los Estados Unidos», están reforzando la xenofobia antiinmigrante y conduciendo directamente a perjudicar niños, niñas y adolescentes migrantes y refugiados.

 

Cientos de familias (ciudadanos de EE.UU., residentes permanentes y no ciudadanos por igual), ya han sido afectadas por estas políticas, debido a que seres queridos fueron detenidos en los aeropuertos la semana pasada y muchas familias que estaban en proceso de ser reubicadas en los Estados Unidos ahora están separadas y no saben cuándo volverán a reunirse. En un ejemplo particularmente escalofriante, un niño de 5 años fue esposado, separado de su madre y detenido durante más de cuatro horas, presuntamente porque pudo haber representado un “riesgo a la seguridad” de los Estados Unidos. El martes, en rueda de prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, fue impenitente, declarando: “asumir que sólo por la edad de alguien…no representa un riesgo, sería desacertado y erróneo”.

Al contrario, los niños y niñas son primero y ante todo niños, y nunca deben ser criminalizados ni castigados por solicitar entrada o estancia en otro país. Ya sea acompañados o no acompañados, todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la protección y el cuidado; además, Estados Unidos se ha comprometido con “proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los niños, niñas y adolescentes refugiados y migrantes, independientemente de su situación y dando consideración primordial en todo momento al interés superior del niño”.

 

La detención de niños, niñas, adolescentes y familias con base en la solicitud de asilo o por la entrada o estancia irregular nunca es compatible con el interés superior del niño. Esta postura ahora queda increíblemente clara y ha sido reforzada por el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño, el Secretario General de la ONU y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), entre muchos otros. Además, en septiembre de 2016, todos los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a trabajar para poner un alto a la detención de niños, niñas y adolescentes migrantes. Las acciones recientes de la Administración de los Estados Unidos operan directamente en detrimento de este principio de la legislación internacional y de su compromiso con otros Estados Miembro de las Naciones Unidas.

 

Las aprehensiones en la frontera y la detención en EE.UU.  actualmente incluyen a miles de mujeres, niños, niñas, adolescentes y familias solicitando protección contra la violencia e inseguridad ampliamente documentadas en sus países de origen. Cada año, más de 400,000 personas son detenidas por motivos migratorios en los Estados Unidos, donde algunos centros de detención migratoria específicamente dedicados a la detención de niños, niñas, adolescentes y sus padres buscan licencia como “guarderías infantiles”, una práctica que ha sido denominada “un ataque al sentido común de la gente”.

 

Desde la ampliación de la detención de familias en 2014, madres y sus hijos, incluyendo bebés y niños pequeños, son encarcelados durante meses o incluso años en centros de detención migratoria, a menudo en condiciones “deplorables”, lejos de servicios legales y sociales, sin saber cuándo serán liberados.

 

Con estas nuevas órdenes ejecutivas, las familias en necesidad de protección ahora enfrentan un riesgo aún mayor de ser detenidas en los Estados Unidos o de que se les deje en condiciones de vulnerabilidad en la frontera.

 

“No proteger a los niños, niñas y adolescentes, y amenazar con detenerlos de una manera tan inhumana, no ha parrado la migración irregular, sino que sólo hace caer a las mujeres, niños y familias en manos de los traficantes, contrabandistas y cárteles del crimen organizado”, dijo la Srita. Torpey.

 

Los aliados la Campaña en los Estados Unidos han descrito cómo y porqué las órdenes están afectando a las familias y los niños, niñas y adolescentes, y son una violación grave a los derechos humanos.

 

“Todos estamos preocupados porque más del 50% de las personas refugiadas actuales, a nivel mundial, son niños, niñas y adolescentes. Este último acontecimiento deja aún menos opciones para que los niños y sus familias encuentren seguridad”, dijo la Srita. Torpey.